.Capitulo 3.

Lo siento por tardar en subir,pero os lo compensare,ya vereis jejejeje,bueno este cap se lo voy a dedicar a @Cute_Weirdo,aunque este cap no tiene nada de especial,si,todavia no he pensado en tu sorpresa,pero me ha gustado escribirlo y espero que te guste Y ME DEJES UN SUPER DUPER COMENTARIO CON EL QUE VOMITAR PURPURINA JOJOJOJO (?) despues de esta idiotez jajaj os dejo que leais tranquilas y disfrutad eh,¡Ah y os dejo este video que seguro que ya lo habeis visto,pero... lo vereis otra vez porque os pone eh eh y aparte es el principio de mi sorpresa para @Cute_Weirdo jaja (si,soy un unicornio retrasado,pero sin pene en la cabeza como Harry) (?) ! OS QUIERO !! <33

‘’And When The Hope Crashes Down

Shattering To The Ground

You'll Feel All Alone

When You Dont Know Which Way To Go

And There's No Such Leading You On

You're Not Alone’’

Gift of a friend-Demi Lovato

Gracias a la cortina de su habitación, varios rayos de sol entraron por ella, alumbrándola y haciendo que se despertara, se revolvió en las sabanas y se restregó los ojos.

-Buenos días cielo-dijo Elen entrando por la puerta y dirigiéndose a la pequeña aun media dormida.

-Buenoz diaz mama-sonrió.

-¿Has dormido bien?-dijo su madre mirándola con ternura.

-Si, he soñado que era una bailarina y que volaba-dijo la pequeña poniéndose de pie en la cama.

-¿Volabas?-dijo su madre sonriendo sorprendida.

-Si, alto muy alto.

-El desayuno ya está preparado-dijo su padre asomándose por la puerta.

-¡Papa, papa, he volado!-dijo Rachel contenta saltando sobre la cama.

-¿Si?-sonrió pillo-pues ahora lo harás otra vez-dijo cogiendo a su hija y sentándosela sobre sus hombros, la pequeña no paraba de reírse mientras su padre le daba vueltas y iba con ella hasta abajo, Rachel tenia los brazos abiertos, como un pájaro, cerró los ojos y se imagino que estaba volando, como en su sueño.

-Atención pasajeros, hemos aterrizado-dijo bajando a Rachel de sus hombros.

-¡Tortitaz!-dijo la pequeña corriendo hacia la cocina, por el olor a ricas tortitas que venía de ella, llegó hasta una de las sillas para mayores, como las llamaba ella, intentaba subir, pero no podía, no era lo suficientemente alta, así que al final su padre tuvo que ayudarla a subir y ella se lo agradeció con una sonrisa, de repente la pequeña se quedo por un momento inmóvil, recordando que algo o más bien alguien faltaba en esa mesa.

-¿Qué pasa hija?-dijo su padre mirándola.

-Lizzy…, voy a buzcarla-dijo deslizándose en la silla, hasta que sus pies pudieron tocar el suelo, salió corriendo de la cocina y de esa misma forma subió las escaleras.- ¿Lizzy? ¿Donde estas?-dijo entrando por la habitación y buscándola con la mirada.- ¿Lizzy?-empezó a revolver todo, la cama, el armario, su baúl de los juguetes, pero nada, no estaba. Rachel salió de su habitación, con lágrimas en los ojos, que iban aumentando cada vez más, llego a la cocina y su madre al verla de aquella manera, se levanto de la silla, la pequeña llego hasta ella y el abrazo, apoyando su cara en su pecho.

-¿Qué pasa cariño?-dijo acariciándole la cabeza suavemente.-shh…deja de llorar-se rio dulcemente.

-Mama, Lizzy no ez…no ezta-dijo separándose de ella y pasando sus dos manos por toda su cara, llevándose las lagrimas con ellas.

-¿Cómo que no está?-dijo su madre extrañada.

-No ezta arriba, ni en la cama, ni en la caja de los juguetes-sorbió por la nariz.

-¿Has mirado bien? ¿Estás segura que no está?-dijo Elen acariciando una de sus mejillas y la pequeña asintió.

-A lo mejor, te las has dejado en algún sitio-dijo su padre.

-En casa de Kathy-dijo su madre levantándose y dirigiéndose al teléfono.

-Princesa...no te preocupes, Lizzy esta bien, estoy seguro-dijo dándole un beso en la frente-y ahora… ¡a desayunar!

Su padre le puso un plato a rebosar de tortitas llenas de caramelo, la pequeña no comió mucho, estaba preocupada por su pequeña muñeca y mientras desayunaba, pues…es en lo único que pensaba, no recuerda habérsela dejado en casa de Danny, pero tampoco recuerda habérsela traído con ella a casa, no quería ni pensar en la idea, de que su querida muñeca, se le hubiera quedado en la calle y ahora mismo estuviera sucia, sola y asustada, para ella no era solo una muñeca, era una compañera de juegos, una amiga.

-Pues no cogen el teléfono-dijo su madre entrando por la cocina.-lo intentare mas tarde.

DIN DON

-¿Abres tu, princesa?-dijo su padre mirando a su hija, la que asintió y salió corriendo hacia la puerta.

-¿Quién ez?-dijo la pequeña con la oreja pegada a la puerta.

-Soy Danny.

La pequeña reconoció su voz y abrió la puerta rápidamente, sonriendo al ver lo que su amigo traía en brazos.

-¡LIZZY!-dijo cogiendo a su muñeca y abrazándola fuertemente.

-Te la dejastez ayer en mi caza y penze que…la echariaz de menos-dijo Danny encogiéndose de hombros.

-Bueno, Danny vámonos, que tengo que ir a casa de Leslie-dijo Vicky, Danny miro apenado a su hermana y Rachel la miraba fijamente, después de lo de ayer, le tenía un poco de miedo, pero le parecía simpatica,además de muy guapa.

-Hola Danny-dijo su madre saludando al pequeño.

-Mama, ¿Danny puede quedarze un ratito pequeñito en caza?-dijo Rachel mirando a su madre-po favor.-le puso ojitos.

-Por mi bien, si a su madre no le importa.-sonrio.

-Vicky…-dijo Danny poniéndole ojitos a Vicky.-po favo.

-Esta bien, iré a casa y se lo diré a mama, pero pórtate bien, ¿vale enano?-dijo Vicky revolviéndole el pelo a Danny.

-Graciaz Vicky-dijo Rachel sonriente.

-No me las des pequeña, haría lo que sea, por quitarme a este pesado de encima-dijo riéndose, ante lo que había dicho Vicky, Elen también termino por reírse, al igual que Rachel.

-Tu,zi que erez una pesada-dijo Danny cruzándose de brazos.

-Es broma, idiota-se rio.-bueno…pues me voy ya, espero que no le cause muchas molestias señora Johnson.

-Tranquila, es un placer tener a Danny aquí-sonrió.

-Adiós Vicky-dijeron Rachel y Danny a la vez, despidiéndose de Vicky.

-Adiós enanos-sonrió y Elen cerró la puerta.

-Danny, ¿te apetecen unas tortitas?-dijo Elen.

-Si-sonrió tímido.

-Pues vete a la cocina, esta por allí-dijo señalando a aquella sala-allí está el papa de Rachel, el te dará las tortitas, ¿vale?-el pequeño asintió.-pequeñaja, vamos a quitarte esa pijama.

Danny fue hacia la cocina, mientras que Rachel y su madre fueron a su habitación, para vestirla como a su madre le parecía correcto. La pequeña bajo la escalera, sonriente, con su peto, sus zapatos favoritos y una camiseta con una ardilla, que le había regalado su abuela, hace unas semanas.

-Ya estamos aquí-dijo Elen entrando en la cocina junto a su hija, la que miro a Danny y empezó a reírse, al ver a este con la boca llena de tortitas.

-Pareze un hamste-dijo riéndose.

-Sabes, cariño, Danny es fan de Bruce Springsteen-dijo su padre sonriendo.

-¿Si?-pregunto su madre.

-¿Buce Spiting?

-No, Bruce Springsteen-se rio Elen-es el cantante favorito de tu padre.

-Ah… ¡el de Danny también!, de mayor Danny zerá como él. -sonrió.

-Creo…que tengo alguno de sus CD’s por ahí-dijo su padre rascándose la barbilla-voy a ver-dijo saliendo de la cocina.

-Bueno…será mejor que empiece a recoger todo esto-dijo mirando el desastre de cocina, que había dejado su marido.

-Vamoz, a ver que haze papa, Danny.

El pequeño asintió, y los dos juntos fueron al salón, donde se encontraba Richard, el padre de Rachel, rebuscando en una estantería.

-¡Aquí esta!-dijo girándose hacia los niños con un disco en mano, Richard se dirigió a la mini cadena y puso el disco en ella, la música empezó a sonar y se acerco a su hija haciendo movimientos extraños, rápidos movimientos de cabeza y horribles movimientos de cadera, Rachel miro a Danny y los dos empezaron a reírse y a imitar a su padre, Danny se subió a uno de los sofás, haciendo los movimientos típicos de un guitarrista y Rachel se unió a él, saltando y moviendo la cabeza de un lado a otro.

Los tres estaban hechos un cuadro,Elen entro en el salón, con una cámara y sin que ellos se dieran cuenta saco una foto, sonrió y volvió a salir de allí, no sabía si momentos así podía volverlos a ver otro dia,asi que prefirió parar esa escena y guardarla en una foto, que durara para siempre.

Richard y los dos pequeños, seguían bailando como depravados, Richard y Danny imitando a cualquier guitarrista que se precie, mientras que Rachel imitaba a las típicas bailarinas que se encuentran a los laterales del escenario, animando al publico o solamente como decorado del concierto.

-La caza da vueltaz-dijo la pequeña abriendo los ojos y tambaleándose en el sofá, hasta que se cayó de él, dándose un golpe en la cabeza. Entonces por encima de la música, se escuchaban los llantos de la pequeña, Danny y su padre pararon de bailar y observaron como la pequeña se estremecía de dolor en el suelo, Richard cogió a la pequeña en brazos y la llevo a la cocina, donde la sentó sobre la encimera.

-No llores pequeña-dijo limpiándole las lagrimas con sus enormes pulgares-si no ha sido nada, ¿dónde te duele?-le retiro varios mechones que caían sobre su frente, dándole una vista perfecta del moratón que se había hecho su hija en ese mismo lugar.

-Me duele mucho-dijo la pequeña sorbiendo por la nariz.

-Tranquila, un poco de hielo y problema resuelto-sonrió.

-Papa, ¿y Danny?-dijo la pequeña mirando hacia todos lados.

Si, os preguntareis que donde esta Danny, pues muy sencillo, ese pequeño pecoso de rizos rubios, estaba sentado en el mismo sofá, donde minutos antes estaban saltando él y Rachel, en el mismo sofá desde donde la pequeña se había caído, miraba a un punto desconocido de aquella pequeña sala, estaba inespresivo,había sentido algo muy raro, cuando vio a Rachel en el suelo llorando, sintió un pequeño golpe en el estomago, como si se hubiese comido mil dulces y le hubiesen sentado mal, le dolía la barriga, pero no un dolor como cuando había estado enfermo, un dolor diferente, que por ahora, era algo difícil de explicar.

-Danny, ¿donde estaz?-dijo la pequeña entrando al salón y al verlo, sentandose a su lado, sujetando una bolsa con pequeños hielos sobre su frente.- ¿que te paza?-la pequeña le dio unos pequeños toques con uno de sus dedos en su espalda hasta que él se giro y la miro fijamente.

-¿Qué ez ezo?-dijo señalando a lo que sostenía la pequeña.

-Ez hielo, para que no me duela la cabeza-la pequeña sonrió y eso de alguna forma, tranquilizo al pequeño y hizo que el dolor de barriga cesara.-vamos a mi cuarto a jugar-Rachel se levanto y Danny no tardo mucho en hacer lo mismo, Danny subía por las escaleras mirándolo todo, había muchas fotos, la pared estaba a rebosar de ellas, pequeñas, grandes, de diferentes épocas, pero llena de todas maneras.

-Hola Lizzy-dijo la pequeña dirigiéndose a la cama para coger a su querida muñeca.-saluda a Danny.

-Hola-saludo el pequeño sonriente.

-Mira, mira-dijo la pequeña corriendo hacia su baúl- podemoz juga a las princesaz, ¿quierez?

-No, ezo ez para niñaz-dijo haciendo una mueca de asco.

-Puez…no ze a que juga-dijo la pequeña sentándose en la cama.- ¡ya ze!, jugamos a laz casitaz, tu erez el papa y yo la mama-sonrió.

-Vale, pero despuez quiero jugar al futbol.

-¿Trato hecho?-dijo la pequeña extendiendo su mano para que Danny se la estrechara.

-Trato hecho-sonrió y le estrecho la mano

-Espera-dijo la pequeña levantándose y saliendo corriendo de la habitación.

Pasaron un par de minutos, hasta que Rachel volvió a la habitación.

-Toma-dijo dándole algo a Danny.

-¿Una corbata?-dijo el pequeño arrugando el entrecejo.

-Zi, un buen papa debe llevar corbata-dijo mientras  asentía con la cabeza.

-Pero yo no ze ponerme una corbata.

-Yo ze, he vizto como mi mama se la ponía a mi papa muchaz veces-la pequeña se acerco a Danny y cogió la corbata-ze pone en el cuello y ze le haze una nudo, y ya ezta-sonrio.

-¿Parezco ya un papa?-dijo mirándose de arriba abajo y después mirando a Rachel.

-Zi-dijo asintiendo y sonriendo-ahora…zientate.-los dos se sentaron en el suelo, frente a frente.- ¿Cómo te ha ido hoy el trabajo, cariño?

-¿Eh?-dijo Danny extrañado.

-Azi hablan loz papaz, tienez que decir, muy ben cariño, como te ha ido a ti el dia-dijo la pequeña mirándolo seria.

-Ahh vale, em…muy bien cariño, ¿como a ti el día te ha ido?

Rachel se quedo callada y miro a Danny, tenía una cara muy graciosa, se había equivocado, la pequeña comenzó a reírse sin parar, la contagiosa risa de Rachel hizo que Danny no pudiera evitarlo y comenzara también a reírse.

-Jajaja te haz equivocado-dijo Rachel entre risas.

Los dos no paraban de reírse decir cosas que ni se entendía a causa de la risa.

-Que monos-dijo Elen asomándose discretamente por la puerta junto a Richard, sonrientes ante lo que estaban viendo.

-Ya veras tú, que estos dos acaban casándose-dijo Richard mirando pillo a su mujer.

-¿Tú crees?-dijo Elen mirando a su marido.

-¿Qué nos apostamos?

-Una cena, quien pierda invita a una cena al otro.

-¿Trato hecho?-dijo su marido rodeando con los brazos a su mujer por la cintura.

-Trato hecho-y le beso.

-Sera mejor que los dejemos solos-se rio.

-Si, será lo mejor-sonrió Elen.

Cerraron la puerta despacio, para que no se notara que había estado observando a Danny y a Rachel desde ella, los pequeños por su parte, ni se habían enterado, seguían riéndose como locos, bueno…como niños que eran, en el suelo.

-Rachel…-dijo Danny parando de reírse.

-¿Qué?-le miro.

-Me guzta mucho tu riza-dijo el pequeño sonriendo.

-Y…y a mí la tuya-dijo Rachel sonrojada, se toco las mejillas y noto como un pequeño, ardor se apoderaba de ellas.

-Te haz puesto roja-dijo Danny señalando a su cara.

-¿Zi?-dijo la pequeña extrañada.

-Zi, parecez un tomate, oh…

-¿Oh?

-Te eztaz convirtiendo en tomate-dijo riéndose.

-¡Danny, erez bobo!-dijo la pequeña levantándose y saliendo corriendo de su cuarto.- ¡Mama, mama,ma…-dijo la péquela callándose y sentándose en las escaleras, mirando una bonita escena desde ellas.

-¡Rachel, Rachel!-dijo Danny gritando.

-Shhh-dijo poniéndose el dedo índice sobre sus labios-no gritez.-dijo hablando en susurros.

-¿Po qué?-dijo Danny sentándose a su lado, solo que un peldaño más arriba que ella.

-Mira-dijo señalando al salón, donde su madre y su padre, bailaban una música muy lenta, como una nana, pero preciosa, Richard agarraba con una mano a Elen por la cintura, mientras que con la otra agarraba una de sus manos y Elen agarraba con una de sus manos el hombro de Richard, mientras que con la mano restante le agarraba dulcemente la mano, se movían despacio, daban vueltas en el sitio y debes en cuando Richard levantaba su brazo sin soltarle la mano a Ellen y le daba una vuelta sobre ella misma, de repente se pararon y se quedaron mirando fijamente.

-¿Qué hacen?-dijo Danny extrañado.

-No ze-se encogió de hombros.

Elen y Richard empezaron a acercar sus caras, cada vez estaban más cerca.

-Ze van a chocar-dijo Rachel mirando a Danny.

-A lo mejor, ez un juego de mayores.-dijo Danny.

Los dos miraban fijamente a Ellen y a Richard, esperando el siguiente movimiento, ellos seguían acercándose hasta que se pararon al juntar sus labios, las manos de Ellen fueron a parar al cuello de su marido y las manos de Richard a la cintura de ella, sus cabezas se movían al compas de sus labios.

-¡Buag!-dijeron Rachel y Danny a la vez.

Ellen y Richard se separaron  y miraron a las escaleras, donde se encontraban los pequeños mirándolos sorprendidos, a lo que ellos no pudieron evitar soltar un par de risas, Rachel y Danny bajaron corriendo las escaleras, parándose frente a ellos.

-Papa.

-¿Si hija?-dijo su padre poniéndose de cuclillas a la altura de su hija.

-¿Te ibaz a comer a mama?-dijo la pequeño mirando a su padre y a su madre alternativamente.

-No, claro que no jaja-dijo Richard entre risas.

-Solo era un beso cariño-dijo su madre mirándola con ternura.

-Pero los besos se dan aquí-dijo la pequeña señalándose la mejilla.

-Si, pero también se pueden dar en la boca-dijeron Elen y Richard a la vez.

-¿Y po que?-pregunto Danny.

-Pues porque…cuando un chico mayor y una mujer mayor-dijo recalcando mayor-, no una niña, una mujer, ¿entendido?-dijo su padre mirando fijamente a su hija.

-¡Richard!-dijo Ellen reprochándole-A ver niños…cuando dos personas se quieren mucho,mucho,mucho,pues se besan en la boca, ¿lo entendéis?-los pequeños negaron con la cabeza-¿Sabéis? , Ya lo entenderéis cuando seáis mayores-dijo sonriendo dulcemente.

-A los ochenta por ahí-dijo Richard.

-Déjate de boberías-dijo su madre riéndose.

Los pequeños románticos inexpertos se quedaron solos en el salón, sentados en el sofá mirando la tele, como zombies, apostaría lo que fuera a que ni parpadeaban.

-No me gustan esoz dibujoz-dijo Rachel cruzándose de brazos.

-A mi tampoco.

-Cambia de zitio-dijo señalándole el mando.

Danny cogió el mando y empezó a apretar botones, y dejo de hacerlo en un canal, ya que los dos se habían quedado mirando atónitos a la pantalla, era una película, si, estas típicas películas empalagosas que te hacen vomitar arco iris.

-Perdoname, por favor-dijo el hombre de la película.

-No, me has hecho mucho daño-dijo la chica de esta, parándose frente a él.

-Grace, yo te amo-grito el hombre, se acerco a la chica y le dio una brusca vuelta, pegándola a él y dándole un beso como el que antes se habían dado los padres de Rachel, Danny cogió el mando y apago la tele.

-Buag, que azco-dijo Danny poniendo una mueca de asco.

-Zi, buag.

-Nunca le daré un bezo a nadie.

-Ni yo tampoco, ez asquerozo, buag-dijo sacando la lengua.

DIN DON.

-Danny es hora de irte-dijo Ellen desde la puerta.

Danny miro a Rachel, los dos se levantaron y fueron corriendo hacia la puerta, allí estaba Vicky esperando a su hermano mientras hablaba animadamente con Ellen.

-Hola Vicky-dijo Rachel saludándola sonriente.

-Hola canija-sonrió.-venga Danny, que nos tenemos que ir.

-¿Ya?-dijo Danny haciéndole pucheros a su hermana.

-Si, mama nos está esperando.

-Tranquilo Danny, puedes venir cuando quieras-sonrió Ellen.

-¿Puedo?-dijo el pequeño mirando a Ellen impaciente.

-Claro que puedes, cielo-sonrio.

-Adiós Danny-la pequeña hizo un amago de levantar la mano, pero como de un acto reflejo se tratara acerco sus labios a la mejilla de su amigo y deposito un dulce beso en ellos. Todo paso muy despacio, como en una película, fue uno de esos momentos que pasan despacio para que se queden para siempre en la memoria, cuando Rachel separo los labios de la mejilla de Danny, un tono rojizo apareció en ellas, haciendo que sus pecas parecieran pequeñas lucecitas rosadas, como las de navidad.-Tu también te vas a convertir en tomate-dijo la pequeña riéndose. Danny no dijo nada, se mantuvo parado, como paralizado.

-Danny-dijo su hermana pasando sus manos por la cara de su hermano, y este por fin reacciono-tenemos que irnos enano.

-Va-vale.

-Adiós Danny-dijeron Ellen y Rachel a la vez.

-Adiós señora Johnson-se agacho-adiós canija-sonrió.

-Adiós Vicky-sonrió tiernamente.

-Venga Danny, vamos.

Ellen cerró la puerta, y los hermanos comenzaron su camino a casa con parsimonia. Rachel no sabía porque le había dado un beso a Danny, normalmente se los daba a sus padres y a sus abuelos cuando le daban esos caramelos que sabían tan bien, solo sabía que todo había pasado muy rápido para ella, solo se acerco y deposito un sonoro beso sobre la pecosa mejilla de su amigo, era un pequeño regalo que instintivamente a Rachel le apeteció darle, pero ese regalo no sería el ultimo.

Narrando con Danny.

Vicky y Danny caminaban por la calle sin decir ni una palabra, solo miraban hacia delante, Vicky iba pensando en sus cosas, mientras que su hermano todavía seguía procesando lo que había pasado hace unos minutos, Rachel le había dado un beso, pero no como los que se daban los de la película o sus padres, fue en la mejilla, pero le gusto, sintió un cosquilleo en la barriga, que no había sentido nunca, a él solo le daban besos en la mejilla su madre, o su abuela cuando quería que le hiciera un masaje a cambio de una libra, Rachel era su amiga, su única amiga, y era la primera vez que una niña de su misma edad le daba un beso, se sentía raro.

-Eh, enamorado, ten cuidado -dijo tirándole del brazo-, un poco más y pisas aquella mierda.

-¿Enamorado?¿que ez ezo?-dijo Danny arrugando el entrecejo.

-Pues…cuando te gusta una chica-dijo su hermana mirándolo pilla.

-¿Gustar?

-Ains…-suspiro-cuando sientes cosquillas en el estomago o sonríes cada vez que ves a esa persona, es que te gusta.

-Entoncez… ¿Rachel me guzta?-dijo mirando a su hermana extrañado.

-Seguramente.

-Pero zi ez Rachel, ez mi amiga.

-Pero si te has puesto colorado cuando te ha dado un beso en la mejilla-se rio.

-Ezo no ez verda.

-Si, sí que lo es.

-Que no-dijo enfadado.

-Tal vez hoy no, pero…algún día me darás la razón hermanito-dijo despeinándole.

Vicky se rio y volvió el silencio entre ellos, era verdad que había sentido cosquillas en el estomago cuando Rachel le había dado ese beso, y que se divertía mucho con ella, pero no le gustaba, solo tenía tres años, y además era Rachel, era su amiga, niños de esas edades, no podían empezar a sentir cosas asi,¿verdad?