Capítulo 6.

Antes de nada, lo siento, tengo mucho lío con el tema de los estudios,no voy a decir que subiere tal día,solo diré que subiere,este fic no lo lee casi nadie,o si lo leen no me entero porque no comentan,pero seguiré escribiendo porque me he prometido terminar esta historia,este cap no es muy largo, creo yo (?), de todas maneras se lo dedico a @Cute_Weirdo que he visto todos tus tweets de que suba y aquí tienen tu capítulo, muuuuy tarde,si lo sé,pero intentare ponerme mas con ello en estas vacaciones de navidad,espero que te guste y gracias por ser tan insistente porque sino la parte de mi que me dice que lo deje hubiese ganado,y bueno eso es todo,a leer.

‘’WHEN THE NIGHT HAS COME

AND THE LAND IS DARK

AND THE MOON IS THE ONLY LIGHT WE SEE

NO I WON´T BE AFRAID

NO I WON´T BE AFRAID

JUST AS LONG AS YOU STAND, STAND BY ME’’ 

Los dos enanos corrían por el mojado césped, hundiendo sus botas en los charcos de barro que había por el parque, divirtiéndose, mientras sus madres se tomaban unos tés en una cafetería que había por allí.

Rachel: Mira Danny, eza nube tiene forma de conejito.-dijo señalando al cielo.-¿Danny?

En ese momento Danny estaba en otras cosas, estaba mas pendiente en como un grupo de niños de su edad jugaban al fútbol que de lo que estaba diciendo su amiga, se estaba muriendo por ir a allí y jugar con ellos.

Danny: Vamoz a juga al futbol con ellos.-dijo Danny mirando a Rachel, la pequeña se lo pensó, pero al final acabo aceptando, los dos fueron corriendo hacia aquellos niños, cuando aquellos niños se dieron cuenta de que Danny y Rachel los observaban, se acercaron a ellos.

Danny: ¿Podemoz juga?.

Niño: Tú zi,pero ella no.-dijo uno de los niños.

Rachel: ¿Po qué?.-dijo Rachel indignada cruzándose de brazos.

Niño: Po que erez una niña y laz niñaz no juegan al fútbol.

Rachel: Zi que juegan.-replico ella.

Niño: !No, no juegan¡.-grito aquel niño asustando a la pequeña, que dio dos pasos hacia atrás poniéndose detrás de Danny.

Rachel: No quiero juga con estos niños Danny.

Danny: Pero yo zi,yo quiero juga al futbol.-dijo Danny mirando a su amiga serio.

Niño: Ven Danny, vamoz a juga.-dijo uno de los niños.

Danny miro a Rachel y luego al niño, al final se decidió y se fue con aquella panda de niños, dejando a Rachel sola, la pequeña permanecía quieta mirando como su amigo se alejaba con aquellos desagradables niños, Rachel se sentó en el césped, con los brazos cruzados mirando como Danny les quitaba el balón con los pies e iba directo a la portería, como lo celebraba saltando y sonriendo, por un momento la pequeña también sonrió al ver a su amigo así, pero se quito la sonrisa, para que cuando él la mirara pareciera muy muy muy enfadada. Rachel sacó a Lizzy de su mochila y se la puso sobre regazo, decidió pasar ese tiempo hablando con ella y peinándola.

Rachel: Danny ez tonto, muy tonto.-dijo mirando a su muñeca.

Paso media hora así, hasta que aquellos niños se fueron, Rachel levanto la vista de su muñeca y vio como Danny se acercaba, inmediatamente metió a Lizzy en su mochila con cuidado se levanto y empezó a caminar dándole la espalda, pero tan rápido como se levanto Danny ya estaba a su lado.

Danny: He metido un gol.-dijo el pequeño sonriendo.-¿lo haz vizto?.-la pequeña negó mintiendo.-¿estas enfadada?.

Rachel: No.

Danny: Entoncez po que estaz azí.-dijo él poniendo una cara rara, intentando imitar a la que tenia su amiga en esos momentos.

Rachel: Yo no estoy azí.-dijo poniendo la misma cara que Danny.

Danny: Zi.

Rachel: ¡Que no!.-grito, Rachel salió corriendo y se escondió detrás de un árbol. Rachel se sentó y de nuevo saco a Lizzy de la mochila, poniéndola sentada a su lado.- Cu-cú, cantaba la rana, cu-cú, debajo del agua, cu-cú, pasó un caballero, cu-cú, con capa y sombrero, cu-cú, pasó una señora, cu-cú, con traje de cola, cu-cú…

Danny: Cantaz muy bien.-dijo Danny asomandose detrás del árbol, Rachel se giro, dándole la espalda y cruzándose de brazos, Danny cansada ya de la actitud de su amiga bufó, cogió un diente de león que había por allí y se puso delante de Rachel.-¿me perdonas?.-dijo poniéndole el diente de león delante de la cara, la niña lo miro y cogió la flor.

Rachel: Grazias.- sonrió, Danny se tomo ese gracias como que lo perdonaba y se sentó a su lado.

Danny: Mi mama dice que zi soplas y pidez un deseo ze cumple.

Rachel: ¿De verdad?.-Danny asintió.-¿que dezeo pedimos?.

Danny: Yo quiero un perro.-dijo él encogiéndose de hombros.

Rachel: Puez yo quiero zer astronauta.

Danny: ¿Astronauta?.-pregunto Danny extrañado.

Rachel: Zi, quiero ir a la Luna.-sonrió Rachel. -pedimoz el dezeo a la de tres, ¿vale?.

Danny: Vale.

Rachel: Una.

Danny: Dos.

-Y…¡TRES!.-dijeron los dos a la vez y soplaron aquella pequeña flor, miles de pequeñas sombrillitas blancas empezaron a ser arrastradas por el viento, los dos miraban como sus deseos se iban volando, se sonrieron mutuamente y empezaron a correr de todas aquellas sombrillitas, saltaban esperando llegar a coger una, pero eran demasiado pequeños.

Kathy los miraba sentada en uno de los tantos bancos del parque, su hija Vicky que la observaba desde cerca, juraría que era la primera vez desde hace unas semanas que no veía tan sonriente a su madre y eso la hacía feliz, se fue acercando poco a poco a ella y la abrazo, dándole ese calor que siempre sabía que estaría presente en aquella casa mientras ellos estuvieran juntos, da igual que vivieran bajo un puente o en una casa de mil habitaciones, ella y su nada sabían que los abrazos nunca faltarían y más cuando alguien los necesitase. Madre e hija se miraron y sonrieron.

Vicky:  Estas mirando a tu futura nuera.

Kathy: Si, la verdad es que les veo futuro.

Vicky: Creo que Rachel será la única que lo sepa controlar.- se ríe y su madre se una a ella.

Danny: Mama, mama, pide un dezeo.- Danny le pone una pequeña flor blanca delante de los ojos y ella la coge.

Rachel: Tu también Vicky.- dijo Rachel dándole a la peli rosa otra flor de esas.

Las dos se miraron y a la de tres soplaron juntas aquellas flores, que gracias al viento salieron despedidas hacia el jardín haciendo el mismo recorrido que las otras.

Danny: ¿Qué haz pedido Vicky?.

Vicky: Un coche.- sonríe.

Kathy: Mas vale que tu deseo se haga realidad, porque por ahora olvídate de eso.

Vicky: Anda mamaaaaa .-dijo abrazándola.- por faaaaaaaaaaaaaa.

Kathy: Ya veremos.- dijo con retintín.

Rachel: Kathy.

Kathy: ¿Qué?

Rachel: ¿Que haz pedido? .-dijo la pequeña acercándose a ella, Kathy bajo la cabeza un poco y se acerco a su oído.

Kathy: si te lo digo, ¿se lo contaras a alguien?.- la pequeña niega con la cabeza efusivamente.- pues he pedido que tú y Danny nunca, nunca os separéis.

Rachel: ¿Yo y Danny?

Danny: ¿Yo qué?.

Rachel: Ezo no va a pazar, es mi mejor amigo.

Kathy: Eso espero cariño.- dijo dándole un casto beso en la mejilla.

Danny: Mama yo…

Kathy: No era nada Danny.- sonrió.- solo he pedido que te conviertas en un jugador profesional de futbol.- miro a Rachel y le guiño un ojo a lo que ella no hizo nada más que sonreír y mirar la reacción de su amigo.

Danny: Seré el mejor jugador de futbol de la historia.

Rachel: Y metereraz muchos muchos muchos goles.

Kathy: Y qué tal si nos vamos ya a casa, que es hora de comer.

Rachel y Danny: si, vamos.

Los dos sonrieron y fueron hasta el coche detrás de Kathy y Vicky, ya en el coche madre e hija mantenían una alegre conversación de cómo quería Vicky el coche, Danny no hacia nada mas que pensar en todos los goles que meterían, en todos los campos y las personas que serian testigos de sus increíbles jugadas y sobretodo de todo el dinero que pagarían por el y que se lo gastaría en chuches, balones, guitarras, perros y en construir algo así como una máquina del tiempo e ir a todos los conciertos de Bruce, a parte de todos estos delirios de niño de tres años debes en cuando miraba de reojo a Rachel y pensaba que cuando consiguiera eso, la ayudaría a convertirse en astronauta y los dos irían a la luna a comer queso lunar hasta que no pudieran mas, por el contrario su amiga no paraba de pensar en lo que había dicho Kathy, que siguieran juntos, claro que lo harían, Danny era su mejor amigo, sabía muy bien que nada ni nadie los separaría ,pero lo que su pequeña mente no alcanzaba a ver, es que crecería, se harían mayores tanto física como sicológicamente, sus gustos cambiaran, sus amistades, tal vez lo de pintar con las manos se quedaría en un absurdo recuerdo de cuando eran pequeños, al igual que su amistad, que o crecería con ellos o separaría sus caminos, dejando atrás a esos dos niños que no aguantaban ni un segundo peleados.

                                                                                        ***

Kathy: ¡Rachel tu madre ya ha llegado!.

Rachel bajo las escaleras corriendo y se lanzo a los brazos de su madre, que al cogerla le lleno la cara de besos causando risas sin fin en ella.

Elen: ¿Te lo has pasado bien?.-  Rachel asintió.

Rachel:  ¿Puedo volver mañana?

Elen: No sé yo si…

Rachel: Por favoooooooooooooooooooooooooooooo.

Elen: Tengo una idea mejor, Kathy, ¿por qué nos os venís los cuatro a cenar a casa?,mañana es nochevieja.

Danny: ¿Podemoz ir mama?.

Rachel: Porfiiiiiiiiiiiiiiiii Kathy.

Kathy: De acuerdo, iremos.- sonrió.

Elen: Pues nos vemos mañana a las seis.

Kathy: Allí estaremos.

Elen: Eso espero.- sonrió.- bueno pues nos vamos ya.

Rachel: Hasta mañana.- dijo la pequeña despidiéndose con la mano.

Kathy: Hasta mañana pequeña .- sonrió y se acerco a darle un beso a ella y a su madre.

Rachel: Danny, ¿llevaras mañana tu guitarra?.- el pequeño asintió con una sonrisa y termino por contagiársela a su amiga.

Elen y Rachel terminaron de despedirse y tomaron rumbo hacia su casa, donde al entrar pillaron a su padre preparando unos ricos espaguetis, que terminaron siendo comidos mas por la camiseta de Rachel que por ella misma, la pequeña termino dormida en el sofá con la camiseta llena de salsa. En casa de Danny paso algo más de lo mismo, solo que estuvieron varias horas intentando que el monstruo se metiera en la ducha, tras conseguirlo el pequeño con la barriga llena y listo para dormir, se fue a la cama sin que nadie le dijese nada, algo que sorprendió tanto a su madre como a su hermana, que cada día tenían que repetirle mil veces que se fuera a la cama, lo que las dos no sabían es que él estaba tan ansioso por que llegara mañana que pensó que si se dormía antes, el sol saldría antes y con él la hora de ir a jugar a casa de su amiga, así que no lo pensó dos veces, dejo su guitarra al lado de la cama, se tapo bien y cerró los ojos esperando a que al abrirlos los rayos del sol se colaran entre las rendijas de sus cortinas.